Lo primero que debemos preguntarnos si queremos encontrarle un significado a porque tiene que existir una empresa como la nuestra en un mercado es que finalidad cumplimos en el mismo ya que sin responder a esta pregunta claramente nos va a resultar muy complicado poder pasar a redactar nuestra visión, misión, cultura y valores.
La empresa realmente añade valor al mercado o soy un mero intermediario que encarece un coste para el cliente final sin aportar valor adicional alguno?
Tener clara la finalidad nos va a servir de ayuda además para explicar mejor a todos los componentes de nuestro equipo porqué tenemos derecho a estar en el mercado o mercados elegido/s y porque vamos a poder competir en el mismo con las mínimas garantías de éxito.
Muchas empresas pasan por la vida como muchas personas, en realidad no viven, sino que sobreviven y esta diferencia es fundamental para tener clara una estrategia de negocio y por lo tanto objetivos y políticas adecuadas para alcanzar estos.
Tener clara la finalidad de nuestra compañía nos permitirá ejercer un liderazgo afectivo que es el paso previo para alcanzar un liderazgo efectivo y esto es clave hoy día para que el equipo funcione al 100%.
La finalidad o razón de ser de una empresa tiene que producir necesariamente valor para otras partes de la cadena del mercado o no tendrá mucho sentido a largo plazo.
En cualquier empresa primero se produce el éxito a nivel interno y luego se traslada al éxito externo y si el personal no tiene claro porque existe la empresa en el mercado es difícil llegar a ello juntos.
También nos guiará para eliminar toda información que nos llegue y no nos sirva para nada ya que contradice nuestra filosofía del porqué estamos ahí, evitaremos que entre en nuestra mente toda información negativa que solo destruye y nos perjudica.
Saber con claridad el sentido de nuestra empresa nos permite competir primero con nosotros mismos por mejorar y así no perdemos energías pensando demasiado en otros ya que esto nos resta potencia para seguir nuestro propio camino.
Así mismo otra ventaja de tener muy claro el porqué tenemos que estar ahí como empresa es que nos va a permitir separar claramente lo urgente de lo verdaderamente importante ya que esto es un gran problema en las pymes y más hoy día que al tener menos personal nos come el día a día y no salimos de este círculo tan peligroso posponiendo siempre lo más importante que es por otra parte lo único que nos garantiza tener futuro.
Otro aspecto no menos relevante de tener clara la razón de ser o finalidad de una empresa es que da mucha más importancia y más sentido a la labor que cada uno de los componentes de la misma hace y esto motiva y empuja a cualquier equipo ya que evita ignorar a algunos miembros del equipo que podrían sentirse muy frustrados por pensar que su parte del trabajo no se valora.
En un entorno como el actual con tanto ruido, tanto experto en todo que opina sin datos, tanta negatividad y noticias donde la mayor industria es la de la corrupción y donde hay demasiada información totalmente irrelevante, tener clara tu existencia es vital para no estar confundido todo el día.
La finalidad de una empresa es una declaración de compromiso con una filosofía que justifica y exige tu presencia en el mercado, que te define para que luego no seas incoherente, aquí en este caso lo que digas y hagas tiene que ser exactamente lo mismo o no servirá para nada dicha declaración.
Una finalidad es algo tan profundo que no se puede estar cambiando como si fuese algo variable, es algo muy serio que debe permanecer en el tiempo porque como dice la famosa frase: la paciencia es amarga pero su fruto es dulce. Si está bien definida la finalidad no tiene porqué tener fecha de caducidad.
Una empresa con una clara razón de ser es más creíble, hace más fácil que la gente se comprometa con el proyecto, define algo común por lo que todos vamos a luchar sin dar bandazos ni esfuerzos individuales carentes de sentido, cultiva la involucración de todos y potencia el trabajo en equipo.
Si tenemos una finalidad clara es más fácil trasmitir nuestra marca, empezando por los nuestros a nivel interno y continuando con la parte externa que verá y sentirá la autenticidad de la marca.
Y por otra parte si no nos definimos nosotros ya lo hará nuestra competencia y como es lógico será mucho peor y más difícil de rectificar.
La finalidad ayuda a centrar al equipo, a que no se disperse y por lo tanto a que no se diluyan los esfuerzos inútilmente, reduce la complejidad a la hora de entender mejor a una empresa y permite una mayor concentración en las cosas realmente importantes y decisivas.
La cultura corporativa con su tremendo peso e importancia estratégica no puede definirse correctamente sin antes tener clara la finalidad que juega nuestra empresa en el mercado, no podremos definir correctamente la visión ni la misión si antes no hay un porqué y para qué existimos en el mercado y que le vamos a aportar al mismo para justificar nuestra presencia.
En cuanto a la parte importante, la de las emociones y luego los sentimientos internos, una buena definición de empresa consigue hacer sentir la marca que representamos, consigue orgullo de pertenencia y por lo tanto un equipo de personas dispuestas a dar ese plus que a veces diferencia lo normal de lo excelente.
Merece por tanto la pena hacer un buen análisis del mercado y definir con contundencia pero con claridad y sencillez una buena definición del porque debe tener cabida nuestra compañía.
Las terribles distracciones y desviaciones que sufren muchas empresas en estos momentos tan turbulentos con cambios bruscos, modas pasajeras y adivinos de tendencias de cristal fino se pueden evitar recordando en más de una ocasión una buena definición de nuestra empresa.
A los elementos cambiantes y variables de nuestro entorno hay que contraponer muchas veces la estabilidad de una mágica definición que siempre tenderá a ayudarnos en los múltiples momentos actuales de confusión. Así mismo no perder de vista nuestra finalidad nos puede salvar en muchos momentos como los actuales de las corrientes de pánico colectivo que para nada nos van a servir salvo para perjudicarnos más todavía.
Merece la pena invertir un tiempo en preguntarnos la finalidad o motivo existencial de nuestra empresa ya que después nos servirá en múltiples facetas de nuestra actividad diaria y sobre todo para los momentos clave de reflexión a la hora de tomar las decisiones adecuadas.
No tener clara la razón de ser es como ir por la vida sin un nombre, nos resultaría imposible poder hacer nada sin identificarnos y sin embargo hay muchas empresas que no saben identificarse en el mercado.
La identidad de una empresa es como nuestro carnet de identidad, algo único y que nos diferencia del resto de las compañías, que nos da permiso para estar en el mercado de forma ética.
Sigo cada vez más convencido de que alcanzarán el éxito los preparados y voluntariosos y deseándoles mucha suerte a aquellos que no tienen ni lo uno ni lo otro porque les va a hacer muchísima falta.
Como siempre me despido con unas frases que nos hagan reflexionar a todos y por si sirven de ayuda a alguien:
-El miedo entra por la puerta de la empresa, pero el talento sale por la ventana.
-Cuando el mundo pierde el tiempo discutiendo si el vaso está medio lleno o medio vacío, se olvida de lo importante que es rellenarlo.
-No se te paga por la hora, se te paga por el valor que aportas en esa hora.
-Los pocos que hacen son la envidia de los muchos que solo miran.
-Tus decisiones son la pluma con la que escribes tu destino.
-Saber hacer pasteles no te capacita para abrir pastelerías.
José Carrasco
FERSAY ELECTRONICA
Blog: www.josecarrascolopez.com
Gracias por tu lúcido artículo, hablar de valores y de propósito me parece muy necesario, como tu señalas, en los momentos que nos toca vivir, Vivir, y no dejarse llevar por la apatía que nos invade.Responderse al por qué se hace lo que se hace y para qué, dan el Sentido y Horizonte para cualquier quehacer que persiga el largo plazo.
Enrique