Nos encontramos en un momento en que las protestas de la población civil española (ya era hora) reclaman que unos sistemas que llevan demasiado tiempo estáticos se pongan al día y se hagan de una forma mucho más justa, más transparente y que no haya 2 clases de personas, la población civil y el sector público con sus políticos, sindicatos, funcionarios y demás que tienen unos privilegios exagerados sobre el resto de esforzados por salir adelante porque así se crean graves injusticias imposibles de justificar.
Si analizamos por un momento las diferencias entre las personas que con nuestro esfuerzo contribuimos al sostenimiento del sistema y las que se supone están para apoyarnos aunque ya sabemos que viven en su propio mundo y se hacen sus propias leyes mucho más favorables que las nuestras y lo comparamos con el mundo de la empresa las diferencias son simplemente abismales, veamos algunas:
Una empresa tiene que cambiar o simplemente no tardando mucho cierra por fracaso absoluto al no saber adaptarse al entorno y el mercado expulsa a las más mediocres dejando únicamente a las mejor preparadas y cuanto más acusada sea la crisis como la actual, más rápido se produce esta selección dura pero natural.
Muchos de los cambios que se debían haber hecho en la vieja, enferma y decadente Europa y sobre todo en España no solo no se han hecho, sino que en algunos casos hemos ido a peor tanto en lo económico con los casi 5 millones de parados y despreciando a los autónomos y pequeños o medianos empresarios que generamos nada menos que el 75% del empleo total, como en lo social, al enfrentar a unas comunidades autónomas contra otras o a los que se dedican a hablar del pasado para recordar algo que ocurrió hace 70 años y así dividir a unos ciudadanos de unas generaciones (las más mayores) contra otros (los jóvenes o de mediana edad) que son los que tienen graves problemas ahora y lo que quieren son soluciones a los problemas actuales y no meternos en líos de hace tantísimo tiempo. Sería impensable que en una empresa nos pasáramos el día hablando de cómo era la empresa hace 70 años si es que tuviese tanta historia.
En las empresas modernas con dirigentes comprometidos se apuesta por las mejoras continuas, la formación y el trabajo en equipo por lo menos en las pymes y si se puede se invierte en futuro y se da a las personas la verdadera importancia que tienen para la supervivencia de todos.
Los políticos no han querido cambiar las cosas obsoletas como la ley electoral totalmente antidemocrática ni dejar de beneficiarse cada vez más a costa del propio sistema totalmente injusto y de ahí que la mayoría de españoles estemos INDIGNADOS aunque también aquí hay que matizar que los que llevamos mucho tiempo esforzándonos tanto para formarnos adecuadamente como trabajando duro tenemos mucho más derecho a estar INDIGNADOS Y EXIGIR que algunos que se siguen aprovechando del sistema y todavía no han trabajado ni contribuido por lo tanto al mismo y se presentan como las pobres víctimas cuando los estamos manteniendo los demás. Para nuestra desgracia también existen los que siempre dicen estar indignados mientras eso les libre de arrimar el hombro que por cierto les gusta bien poco.
En una empresa que quiera funcionar bien si se cometen injusticias tan grandes como las que estamos viviendo en España desde hace años, simplemente será otra que acabará expulsada del mercado porque si tratas mal a tus empleados, estos tratarán mal a los clientes y se tratarán mal entre ellos y nunca podrás tener éxito. Si trasladamos esto al mundo de la empresa y a los que tienen más responsabilidad y lo hacen mal 2 años seguidos seguro que son despedidos y quizás incluso antes de la 2ª oportunidad y sin embargo los políticos una vez elegidos por muy mal que lo hagan no hay quién los pueda cambiar aunque sea por otro de su propio partido con lo que muchos hacen planes a 4 años para hacer de las suyas y asegurarse el sustento para el resto de sus días, con solo 4 años, por eso hay tanta corrupción, es demasiado fácil y además si ya no salgo elegido me da igual el pufo se lo dejo al que venga como de hecho estamos viendo ahora con los cambios municipales y autonómicos, ahí está el caso Cataluña en el que un gobierno nuevo se encuentra un saldo negativo tremendo porque ha gastado el anterior mucho más de lo que ingresaba y además ha despilfarrado en cosas caprichosas del propio político que ni siquiera ha beneficiado a nadie de la población civil. Porqué no se hace una ley que diga que aquellos que dejen un ayuntamiento o comunidad autónoma con saldo negativo lo tienen que devolver hasta dejarlo a cero o van a la cárcel?
Que pasa en una pequeña empresa si se administra tan mal que no puede pagar a sus proveedores, empleados, ni siquiera los impuestos, pues que cierra por insolvente y se le piden responsabilidades penales a los dueños pero esto no se aplica igual a la clase política o pública y es otro agravio más en contra de la población civil que con sus impuestos mantienen al resto.
En el mundo de la empresa un pequeño empresario o autónomo puede perder todo su patrimonio, su casa, su coche y quedarse en la más completa ruina tirado en la calle y sin paro ni ayudas suficientes y encima se les ha puesto como los malos de la película (que indudablemente los hay pero como ya he explicado acaban muy mal más tarde o más temprano) por los actuales políticos para también aquí dividir a la sociedad entre los trabajadores y los empresarios como si se pudiese hoy en día conseguir sacar adelante alguna empresa sin estar las dos partes unidas y no enfrentadas.
Y lo peor está por llegar, porque el sistema educativo español es con toda seguridad el peor desde que estamos en democracia y cuando todos esos jóvenes lleguen al mercado laboral y vean la realidad de lo que hay que esforzarse por mantener viva una empresa cuando los políticos les habían prometido fiesta gratis y permanente el choque va a ser brutal y de difícil arreglo para todos.
Las empresas se tienen que reinventar para sobrevivir pero los políticos dicen las mismas cosas que hace 100 años, es decir prometen fiesta para que les voten y prometen lo que no pueden dar y luego vienen los problemas o sea los recortes y entonces toda esa masa que se lo tragó bien por inocentes, demasiado jóvenes e inexpertos o simplemente incultos que para nuestra desgracia abundan en este país, se siente engañada y se manifiesta unos pacíficamente y otros de mucha peor forma.
En la política pocas veces se dice la verdad, incluso parece que el que mejor miente es más listo (que no más inteligente) pero si llevamos esto al mundo de la pequeña empresa, cuánto tiempo crees que tardarán en darse cuenta todos los de tu equipo de qué mientes y te darán la espalda con lo que fracasarás con total seguridad?.
En el mundo de la empresa si quieres funcionar bien tienes que decir la verdad a los tuyos, unas veces las buenas noticias y otras las malas por duro que sea. En la política nadie es capaz de decir las noticias reales como que no se puede tener más calidad de vida que los ingresos que tenga el estado y que si somos más pobres o menos ricos que otros países pues hay que trabajar más y quizás ganando algo menos hasta que seamos capaces de mejorar. En una empresa privada y pyme normalmente aquellos que son mejores acaban ganando más y teniendo mejores puestos pero en la política son ellos mismos los que colocan a los suyos solo porque son de su partido o porque los conocen no desde luego por criterios de más valía o menos.
En la empresa seleccionamos con mucha precaución para intentar que entren aquellos que se puedan desarrollar y acoplar mejor a la misma pero en política pocas veces es así y no hay más que ver que en una empresa hay puestos que si no sabes idiomas ni entras y nuestros políticos van a Europa y no pueden ni siquiera hablar directamente con nadie, teniendo seguramente otras personas en el mismo partido más preparadas para el mismo puesto.
Ningún director general dura 8 años haciendo las cosas mal, pero un político puede cargarse un país y no se puede hacer nada, algo hay que cambiar en ese sistema, no les parece?
Solo nos queda preocuparnos de ser éticos, justos y buenos gestores aunque solo sea por nuestros empleados que no tienen la culpa ni tienen el necesario ejemplo en la política en estos tiempos de decadencia como le ocurrió ya a otros grandes imperios como el romano. Nos pensábamos que Europa era el centro del universo y los más ricos y los que mejor vivimos pero nos van a pasar por encima un montón de gente que viene con ganas de esforzarse, que valoran más lo que nosotros despreciamos y que vienen mucho mejor preparados también en cuanto a formación, porque como siempre se ha dicho el hambre agudiza el ingenio.
En conclusión, una pequeña o mediana empresa o un autónomo que quiera tener un negocio moderno, funcionando con eficiencia y con futuro no tiene más remedio que regirse por unos valores mucho más éticos de los que el actual sistema político tiene por lo que podemos deducir que las empresas (salvo algunas grandes) están mucho más cerca de la democracia real que la política española.
Animo y a salir adelante con lo contrario de lo que nos están enseñando la mayoría de los políticos, con el esfuerzo, con la constancia, con la transparencia, con el respeto y con la justicia para beneficio de todos y no solo de unos pocos. Quién sabe quizás algún día seamos las pymes y autónomos la referencia a seguir y no los gobernantes actuales.
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