No cabe duda de que en momentos como los actuales de tanta volatilidad e incertidumbre y con sobresaltos casi a diario en el entorno no es lo mismo una empresa equilibrada que una empresa con cierta dosis de desestabilización.
Si en momentos más estables el equilibrio siempre fue importante ahora en momentos de caos y de cambios que nos afectan casi a diario adquiere muchísima más importancia.
Ahora vamos como pilotando un avión (pero no tenemos piloto automático) y no queremos que se nos vaya ni hacia un lado ni hacia el otro, queremos mantener el rumbo lo más estable posible, pero algunos de los factores que nos pueden desviar algo el avión que es nuestra empresa ni siquiera dependen de nosotros y otros pueden venir como consecuencia de decisiones que tomamos en el pasado y debemos revisar ya.
Y la vigilancia del equilibrio total en una empresa depende de un montón de equilibrios en diferentes partes de la misma, por ejemplo:
-Equilibrio entre los valores de la empresa y los valores de cada persona de la plantilla.
-Equilibrio entre las creencias reales del personal y los sueños o deseos que queremos.
-Equilibrio entre la inversión en formación actual o la futura ignorancia de nuestro equipo.
-Equilibrio entre el personal experto o especializado y el personal polivalente.
-Equilibrio entre el personal de larga trayectoria y el nuevo en nuestra empresa.
-Equilibrio entre personal común y diversidad en la plantilla para nuevas ideas.
-Equilibrio entre el conocimiento interno y el externo que debamos subcontratar.
-Equilibrio entre el corto y medio plazo (el largo ya casi no existe).
-Equilibrio entre estrategias sólidas pero también flexibles.
-Equilibrio entre explotación presente y exploración mañana (innovación).
-Equilibrio entre lo tradicional y lo que hay que transformar.
-Equilibrio entre el mercado actual y el mercado futuro de nuestros clientes.
-Equilibrio entre servicios personalizados al cliente y automatismos tecnológicos.
-Equilibrio entre el mundo Off o físico y el mundo On o virtual.
-Equilibrio entre productos o servicios de volumen y los de márgenes.
-Equilibrio entre cantidad de clientes (base amplia) y calidad de clientes (más rentables).
-Equilibrio entre inversiones necesarias actuales y futuras.
-Equilibrio entre añadir más valor al cliente y poder monetizarlo o rentabilizarlo.
-Equilibrio entre innovaciones para clientes y que las valoren y entiendan.
Etc.
Seguro que podemos encontrar más añadidos al famoso equilibrio para poder mantener la empresa en pie en el mercado en el que nos movamos.
Es obvio que ahora es el momento de los equilibristas, de los estrategas que no se inclinen demasiado hacia un solo lado y sepan combinar las decisiones.
No es fácil, pero sin embargo también supone una gran oportunidad ya que los mejores conseguirán distanciarse del resto y destacar en el mercado.
Ahora no vale quedarse quieto y seguir la corriente del resto de la manada, pero tampoco podemos hacer locuras con novedades demasiado incomprensibles para nuestros clientes ya que están demasiado ansiosos para analizarlo bien y debemos hacerlo simple.
Es buen momento también para conseguir equilibrios con nuestros proveedores para mejorar calidades, procedimientos y rentabilidades y para cooperar juntos en alcanzar objetivos comunes que nos den un posicionamiento más sólido.
No es sin embargo un momento para quedarse en la parálisis del análisis, no podemos esperar a tener el 100% de los datos necesarios para tomar decisiones, hay que tomarlas con suma rapidez ya que cualquier retraso puede supone el adelantamiento de un competidor nuestro en el mercado y entonces estaríamos en fuera de juego.
De los equilibrios que seamos capaces de hacer dependerá el futuro de nuestras empresas así que no es una opción sino una obligación ineludible, ahora todo consiste en dar la cara desde la Dirección de la empresa.
No podemos ser adivinos, pero se supone que debemos ejercer el Liderazgo y dar una cierta dosis de certidumbre y de coherencia a nuestros equipos, es lo que ellos esperan de nosotros y se supone que debemos saber navegar en aguas muy agitadas y no solo en un mar en calma donde casi cualquiera puede dirigir un equipo, pero sin duda ninguna este será un equipo de mediocres porque solo saben funcionar en un entorno estable que es justo lo que ya no hay de momento en el mundo actual.
Y no imitemos movimientos de otros sin analizar con profundidad si nos conviene o no ya que ahora esto es mucho más peligroso que en entornos más favorables.
-Elegir a quién tener cerca es importante, pero elegir a quién tener lejos es vital.
-Justo cuando ya nos sabíamos las respuestas nos han cambiado las preguntas.
-La preocupación debería llevarnos a la acción, no a la depresión.
José Carrasco
FERSAY ELECTRONICA, S.L. (ABRIL-2022).
Blog: www.josecarrascolopez.com