Innovación y talento: el diamante de las pymes

En el contexto actual de movimientos tectónicos y terremotos en los mercados y con el cambio como algo ya constante en el día a día de las organizaciones el santo grial equivaldría a conseguir innovar más y mejor que la competencia y no puede sobrevivir ninguna empresa sin inyectar la dosis necesaria de innovación.
Por lo tanto la pregunta es ¿Cómo llego a la innovación? Y sobre todo como llego a que se convierta en algo natural y se incluya en la gestión del día a día?.
Antes de llegar a innovar hay que dar una serie de pasos muy importantes como son:

  1. Actualizar los conocimientos sobre el entorno tan inestable que tenemos, analizar los aspectos geopolíticos, tendencias, ambiente social, nuevos avances tecnológicos, modas, economía, cambios en las leyes, etc.
  2. Actualizar los conocimientos de marketing y gestión empresarial en el mundo digital y a ser posible a nivel internacional no solo de mi zona de influencia.
  3. Observar a los clientes y sus preferencias y entender cómo van cambiando su forma de comprar, interactuar y pensar hacia el consumo.
  4. Reflexionar sobre cómo puedo diferenciarme y salirme del rebaño para sorprender al cliente haciéndole ver que hago algo diferente que los demás no le ofrecen.
  5. Observar lo que hacen otros mercados distintos al mío por si hay algo que podamos replicar con ciertas garantías de éxito.
  6. Involucrar en la formación a toda la plantilla y pedir sus opiniones por si hay alguna idea aceptable y realista que podamos llevar a cabo.
  7. Premiar el talento de aquellos que se comprometan con nuevas ideas que nos hagan modernizar y mejorar nuestra organización.
    Lógicamente habrá más pasos a dar pero seguro que estos como mínimo los necesitamos y como es obvio para llegar a innovar antes hay que ser creativo y generar una atmósfera de creatividad en la propia empresa.
    Y para que haya un atmósfera de creatividad en la empresa debemos conseguir ser una empresa curiosa, que todo lo analiza, todo lo cuestiona y todo el equipo tiene una mentalidad abierta al cambio y a la adaptación constante del entorno.
    Y solo gente bien formada, bien preparada, comprometida y con una actitud proactiva dispuesta a ir siempre hacia delante podrá ser creativa y aportar las nuevas ideas que se deben convertir en innovación, recordemos que una innovación es una idea creativa llevada a la práctica.
    Por otro lado hay que cambiar la política hacia el personal en las empresas sobre todo pequeñas para poder innovar, hay que castigar la inactividad y no el error del que intenta innovar, muchas veces hay que probar una nueva idea un tiempo pero si no funciona hay que buscar otra idea, no abandonar la creatividad.
    Se trata de acertar más que tus competidores y no tanto de acertar al 100%, eso no es nada realista hoy día. La innovación sin acción es pura ficción, no hay que tener miedo al error por innovar, hay que temer al fracaso por estancarnos.
    Otro aspecto crucial para poder innovar es dejar de vivir en el pasado y abrirnos a nuevas formas de llamar la atención de nuestros clientes.
    Todo negocio por pequeño que sea puede innovar, hasta un taxista que dice ser un ingeniero en navegación terrestre y gracias a esa actitud tan potente se siente orgulloso de su trabajo porque dice que deja a los clientes más contentos que cuando los recoge para hacer el trayecto y así marca la diferencia.
    La creatividad va después del aprendizaje y la capacidad de observación y tiene mucho que ver con la superación para no estancarnos y poder avanzar.
    Toda idea probada funcione o no genera conocimiento y experiencia y nos sirve como aprendizaje para mejorar a la siguiente idea en un círculo virtuoso.
    Me despido como siempre deseando mucha suerte a los que no practican la innovación en su empresa porque la van a necesitar y mucho éxito a los valientes capaces de probar nuevas ideas que mejoren la experiencia de compra del cliente con unas frases relacionadas:
    -Para la innovación = ingenio + pasión.
    -El talento que no se aprecia, se deprecia.
    -Para poder crear antes hay que creer, solo si me lo creo funcionará.
    -Sin formación no hay innovación.

José Carrasco
FERSAY ELECTRONICA,S.L.
jcarrasco@fersay.com

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