A lo largo de la historia se ha demostrado suficientes veces que las alianzas entre países, ejércitos o cualquier otro tipo de cooperaciones colectivas han hecho posibles acontecimientos y alcanzar objetivos que jamás se podrían haber conseguido individualmente y también hay numerosos ejemplos en el mundo empresarial.
Cuando vas conociendo a lo largo de tu trayectoria profesional empresas de otros países y culturas te vas dando cuenta de lo difícil que es colaborar entre empresas españolas, da igual que lo intentes con clientes o proveedores siempre te da la sensación de que todo el mundo se toma cualquier idea como una invasión de sus competencias, seguramente sea por el carácter individualista de nuestra cultura latina pero lo cierto es que perjudica el buen desarrollo de las pymes sobre todo.
En algunas culturas empresariales como Estados Unidos incluso cooperan entre empresas competidoras con tal de conseguir mejoras, algo muy extraño y aislado en nuestro país donde la desconfianza es el principal y primer pensamiento por desgracia.
Al igual que para funcionar bien en una empresa a nivel interno debe conseguirse que haya un excelente equipo y no algunas individualidades sueltas, a nivel externo deberíamos cooperar mucho más para hacernos más competitivos.
También es un problema de comodidad y de permanecer en la zona de confort que al fin y al cabo es la más conocida e ingenuamente la que vemos más segura.
Como dicen algunos expertos más curiosidad (para aprender) y menos comodidad, al no cooperar con otras empresas perdemos también conocimientos y otros puntos de vista.
La empresa no debe ser vista nunca como el cuadrilátero del boxeo, sino como un ente vivo que debe ser mejor que otras, al menos en aspectos claves para su supervivencia como la propuesta de valor diferenciada y única que ofrece al mercado.
Quizás esto explique en parte porque en Europa necesitaríamos crear 25 millones de emprendedores para igualarnos con Estados Unidos donde están más acostumbrados a la cooperación tanto entre personas como entre empresas.
Vemos con tristeza continuamente como muchas organizaciones y asociaciones o bien desaparecen o bien se quedan como algo insignificante en España donde estas noticias afectan no solo a las empresas sino a la propia política, a las organizaciones empresariales y sindicales y asociaciones de todo tipo, es algo habitual pero que no deberíamos asumir como normal, quizás el propio sistema educativo debería empezar a tomar medidas para mejorar la capacidad de cooperación de todos.
El nuevo concepto de metroemocional pone por delante la empatía como elemento imprescindible para conseguir mayores objetivos colaborando.
Es cierto que algunas veces los resultados de algunas empresas tapan lo que hacen mal y se sienten superiores a otras lo que impide la cooperación mutua pero en un mundo tan cambiante y volátil las cosas pueden cambiar muy deprisa y entonces todas las colaboraciones rechazadas nos pasarán factura, pues no hay peor imagen que aquella que retrata a una empresa como aislada, antisocial o antipática y prepotente.
Los beneficios de algunas colaboraciones entre empresas pueden conseguir o bien importantes ahorros de costes o aumentos de la cifra de negocios así como crear barreras de entrada para impedir el asentamiento de nuevos competidores en nuestro mercado.
Otro motivo que impide la cooperación entre empresas es que no hay gloria personal o individual para colmar el ego de los narcisistas, sino que se presenta como algo más colectivo donde el personalismo deja paso al pluralismo y algunos dirigentes no soportan bien esta iniciativa de éxito cooperativo.
La mentalidad positiva es pensar cómo hacer más grande la tarta del mercado y no pensar solo en como cojo el trozo más grande de una tarta pequeña.
Hay que crear más contextos de colaboración en las empresas ya que los beneficios de dicha colaboración son mucho mayores que el ir a nuestra bola aisladamente.
Me despido como siempre deseando mucha suerte a los individualistas aislados ya que la van a necesitar y muchos éxitos a los cooperativos capaces de unir ideas conjuntas que seguro los celebrarán, con unas frases para nuestra reflexión:
-La prosperidad del conjunto procede de la generosidad individual.
-Si tienes un competidor es porque no eres capaz de hacer algo con él.
-Afirmar que mi destino no está ligado al tuyo es como decir: tu lado del bote se está hundiendo.
-Quién tiene el ego por bandera, de nada se entera.
José Carrasco
FERSAY GROUP.
Blog: www.josecarrascolopez.com