El cambio adaptativo como algo natural

Vivimos momentos de grandes y constantes cambios en la sociedad, en la economía y que afectan a todos los sectores del mercado y de forma cada vez más rápida y drástica.
Es imposible mantener viva una empresa hoy día sin tener en cuenta todo el contexto de acontecimientos que se producen a nivel social, económico y global.

Se dice que si a nivel personal flojeas serás incapaz de arriesgar lo más mínimo para adaptar tu empresa al contexto adecuado en cada momento.
Es triste ver como se agarra la gente al pasado y a lo conocido y descarta todo lo nuevo sin análisis alguno perjudicando gravemente a su negocio.
Incluso existe el efecto imitación y se trabaja los mismos productos y servicios que los competidores ignorando nuevas vías de negocio que podrían diferenciarlos y darles mejores márgenes, esto solo por no prescribir el producto diferente ante el cliente, es decir por pura comodidad aunque a nivel estratégico sea un grave error.
Hay que orientar la propuesta de valor de cada negocio y cada punto de venta a las tendencias de cada momento del consumidor que van cambiando ya que a su vez estos se adaptan a un modo de vida según cambia la sociedad pues también son víctimas de los cambios y lo difícil pero interesante es detectar estas tendencias.
Lo que se resiste persiste y rebelarse ignorando el cambio no sirve de nada.
Claro que para saber analizar tendencias, cambios y adaptarnos no se puede hacer solo desde dentro de nuestra empresa, hay que leer lo suficiente, contrastar opiniones con otros profesionales, ir a ferias, ver evolución de otras empresas y no solo de las locales, extraer lo que los clientes les dicen a nuestros empleados y analizar las reacciones de los clientes a nuestras iniciativas para ver si son las correctas o requieren otro enfoque.
A veces estamos más pendientes de lo que hacen o dicen otros que de la innovación y eso es una distracción fatal que no nos podemos permitir. Conocerlo todo sí pero sin dejar de gestionar y avanzar en lo nuestro.
También nos falta más reflexión serena en esta vorágine actual en los mercados y saber que preguntas nos debemos hacer ya que esto determinará nuestras decisiones. Deberíamos preguntarnos si lo que hacemos en el día a día nos lleva o acerca a nuestros objetivos?. Que lo urgente no nos nuble la vista para poder ver lo importante.
Con la actual infoxicación que hay por exceso de información es vital separar lo que nos debe influir de lo que no. Las políticas cortoplacistas tampoco ayudan a tener la empresa adaptada a la realidad de cada momento suponiendo otro factor de riesgo añadido, es obvio que ya no se pueden hacer planes a largo plazo como antes pero tampoco podemos tomar las decisiones correctas si solo pensamos en el próximo mes o trimestre.
Hay un viejo cuento cheroki que los indios contaban a sus nietos sobre dos lobos que todos llevamos dentro, uno se llama miedo y el otro confiar en mí y al final gana el que más alimentes. Tenemos que confiar en nuestras capacidades para adaptarnos ya que hay numerosas pruebas a lo largo de la historia de la humanidad que nos muestran que fuimos capaces de sobrevivir en entornos realmente complejos.
Lao Tsé dijo hace mucho tiempo que quienes sirven a la vida se adaptan a los cambios cuando actúan. Los cambios surgen de los tiempos, por eso quienes conocen los tiempos en los que viven no se comportan de manera fija, los caminos pueden ser guías pero no senderos trazados, los nombres pueden ser designados pero no etiquetas fijadas.
No es casualidad que actualmente se valore especialmente en las selecciones de personal la competencia de la flexibilidad a la hora de fichar a alguien pues las empresas se han dado perfecta cuenta de la importancia de esta faceta para la empresa.
Me despido como siempre deseando mucha suerte porque la van a necesitar a los que se niegan a reconocer la cruda realidad y bloquean el cambio en sus compañías buscando mantener siempre lo mismo y muchos éxitos a los valientes que saben ir adaptando sus negocios a nuevas realidades y nuevas apuestas de futuro. Ahí van algunas frases para la reflexión sobre este tema:

– Ser víctima o protagonista depende de cada uno, las cosas suceden, es tu interpretación lo que marca la diferencia.
– En lugar de pensar que todo tiempo pasado fue mejor, debemos pensar que todo tiempo pasado fue anterior.
– Si exagerásemos nuestras alegrías como lo hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían toda su importancia.
– Nunca haríamos nada nuevo si quisiéramos la seguridad al 100% por anticipado.

José Carrasco
FERSAY ELECTRONICA,S.L.
jcarrasco@fersay.com

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