CUIDAR LA CULTURA DE EMPRESA ES PARTE DEL ÉXITO:
No cabe duda de que una empresa será como su cultura dominante determine.
Si no la tiene (por desgracia ocurre en muchas pymes) estará muerta a medio
plazo, aunque aguante un tiempo.
La cultura es el conjunto de valores, principios, creencias, o sobreentendidos
(costumbres) que moldean el funcionamiento de esta.
El relato histórico dominante hará que la cultura sea su hija, por eso toda
empresa que se precie debe tener un relato, una historia contundente que sirva
de base.
Cada cultura tiene su propia caja de herramientas con las que construye su
mundo y mantiene el equilibrio que le dará credibilidad.
Las virtudes principales como justicia, prudencia, templanza y fortaleza son
imprescindibles para una empresa positiva que aspire a cierta felicidad.
Los cambios de mentalidad son fruto de procesos largos y a veces
contradictorios mezcla de racionalidad e irracionalidad, pero son necesarios
para avanzar. Sirva como ejemplo el cambio de eliminar los móviles de las
aulas para los más jóvenes como un cambio necesario para corregir los
desequilibrios producidos por la tecnología y su falta de control.
La convicción de que el conocimiento es fruto del aprendizaje sitúa a la
educación para el mundo laboral en el centro de interés en una sociedad
moderna. Algo falla cuando nuestra productividad por hora equivale al 63% de
la de Alemania. Y tenemos récord de bajas laborales y encima vamos a reducir
la jornada laboral lo que empeorará todavía más nuestra productividad, quizás
también por eso la inversión extranjera ha bajado bastante en el primer
semestre de 2023.
Las empresas no pueden por sí solas y menos las pymes ser islas en este
mundo globalizado y tecnológico, están influidas por la propia sociedad y sus
normas, así como por su cultura general que determinará la cultura aplicable a
cada una.
En España tenemos un serio problema de poco crecimiento de las empresas
en tamaño. Si en 2008 había 1.754.374 empresas sin asalariados en 2022 ese
dato sube hasta 1.942.319 empresas. De 20 a 49 empleados en 2008 había
61.709 empresas y en 2022 baja hasta las 43.929. El empleo en 2022 en nada
menos que un 63% del total procede de empresas entre 0 y 249 empleados. Es
en estas empresas donde hay que apoyarlas para que crezcan y generen más
empleo y por eso las políticas que se hacen para las grandes no valen y
perjudican a estas que son mayoría tanto por su número como por el empleo
total generado.
La media de edad actual de las empresas en España está en 12 años lo que es
muy poco y así no da tiempo a aumentar las empresas que pasen de pequeña
a mediana y de mediana a grande que es lo que realmente interesa.
Por todo esto necesitamos empresas con culturas más fuertes y orientadas al
crecimiento a base de trabajar duro por dentro y apoyarlas desde fuera.
Ya tenemos bastantes problemas con los factores externos como por ejemplo
los problemas del transporte marítimo por el mar rojo que pueden suponer
aumentos del coste del transporte de hasta el 170% si cambian la ruta los
barcos y retrasos de hasta 3 semanas en el suministro.
No tenemos un buen ejemplo las empresas en cuanto a la gestión económica
de nuestro país cuando ya la deuda nacional es de 32.451 euros por habitante
y creciendo lo que significa problemas futuros para nuestros jóvenes.
Tampoco es un buen ejemplo ver la dimisión de una rectora de universidad
como la de Harvard considerada la élite del conocimiento por entre otras cosas
haber plagiado 47 trabajos.
Tenemos una población activa de gente que trabaja del 58,6% en España
cuando en Europa esta es del 74,5% muy lejos por lo tanto en actividad, algo
estamos haciendo mal y todos estos datos perjudican y dificultan el
funcionamiento de las empresas y sus correspondientes culturas.
Somos el segundo país con la mayor tasa de abandono de hogar de la Unión
Europea lo que es otro dato preocupante para las empresas.
Los empleados vienen de estudiar en los colegios y en las universidades y si el
sistema educativo falla ya tenemos un problema en las empresas cuando se
van incorporando estas personas a la plantilla, no podemos crear universidades
internas y cambiar el chip por completo, eso es imposible.
Por eso cuesta tanto generar culturas sólidas en las empresas españolas y a
pesar de ello son bastantes las que lo hacen bien a pesar de que los resultados
no se vean hasta pasado mucho tiempo.
Ojalá consigamos en las empresas españolas culturas que nos permitan poder
competir y que también contribuyan al bienestar general de la plantilla y
seamos un ejemplo para la sociedad.
No camines hacia atrás porque lo que hay detrás ya lo conoces.
Hay que ser capaz de convertir un padre nuestro en una sinfonía.
Hay que encontrar el equilibrio justo entre el reto y nuestras capacidades.
José Carrasco
Fundador de FERSAY y AZELERA FORMACION.
Blog: www.josecarrascolopez.com (Enero-2024)