¿Nos hacemos las preguntas correctas?

Ahora que ya está muy claro que no estamos en lo que habitualmente se llamaba una crisis económica sino en un cambio de época muy claro que nos va a obligar a replantearnos otro modelo de sociedad más realista donde hay muchas cosas que cambiar porque simplemente eran pura ficción como por ejemplo los valores que debemos tener y trasladar a nuestros jóvenes, los comportamientos más solidarios y menos egoístas e hipócritas y muchas más cosas como no pretender vivir por encima de lo que producimos y tarde o temprano tampoco podremos pretender seguir viviendo bien en Europa con lo que otros produzcan en unas condiciones lamentables para ellos. No podemos seguir comprando en Europa productos de consumo como los electrodomésticos o televisores cada vez más baratos a costa de la poca calidad de vida de otros y estos días cuando aparecen en la prensa varias huelgas en China nos damos cuenta de que el traslado de toda la industria fuera de Europa ha sido un grave error pues no es la solución definitiva y solo nos ha vuelto más comodones y menos ambiciosos para competir.
Ahora es más importante que nunca hacernos las preguntas adecuadas y sobre todo ya sabemos qué preguntas no debemos hacer como por ejemplo entre las que más se oyen están:

-Que va a pasar?
-Que ayudas me van a dar?
-Cuando será favorable el mercado?
-Me darán todos los créditos que quiera?
-Volverán los años dorados? (los del consumo salvaje?)
Estas preguntas hay que borrarlas y tirarlas a la papelera porque solo nos perjudican.

Sin duda las preguntas que si nos debemos hacer ahora deberían ser entre otras :

-Que vamos a hacer?
-Como me adapto a la nueva situación?
-Como provoco tener clientes leales y sacar el máximo de este nuevo reducido mercado?
-Como sobrevivo con los créditos justos y mínimos que necesito sin hipotecar mi futuro?
-Como voy organizando mi empresa sabiendo que durante tiempo el mercado será más pequeño?

Partiendo de estas premisas debemos hacer un plan que de respuesta a estas preguntas y para ello habrá que tener en cuenta que necesitamos entre otras cosas crear un equipo por muy pequeño que este sea en nuestras empresas que además de estar bien formado y preparado para alcanzar la excelencia en todos nuestros procesos y especialmente en aquellos vinculados con el servicio al cliente ,que además esté unido y trabaje de verdad en equipo dando el máximo para garantizarnos así la supervivencia en armonía a pesar de las dificultades. Movernos, reinventarnos, innovar, pero nunca quedarnos paralizados. Y algo muy importante es mentalizarnos todos los agentes, fabricantes, distribuidores, proveedores y clientes en definitiva de que tenemos que ser capaces de llegar a acuerdos juntos y dejar de ser llaneros solitarios y dejar de vernos como enemigos y lo que es peor como competidores entre tiendas que están en distintas zonas.
Hay que cambiar el chip y para ello debemos tener en cuenta que no se puede dirigir sin pasión como tampoco se puede tener pasión sin la adecuada dirección. Si perdemos la pasión y entramos en el desánimo general y trasladamos a nuestro equipo energía negativa solo empeoraremos las cosas ya que los resultados que obtenemos a final del año son una consecuencia de lo que hacemos durante el mismo.
Pero para lograr un cambio tenemos que tener un guión, un plan, un mapa que nos indique el camino a seguir y que además es casi seguro tendremos que ir adaptándolo periódicamente porque el mundo globalizado cambia a demasiada velocidad como para estar estáticos. Y claro está, para cambiar las cosas en nuestras empresas debemos cambiar antes nuestro comportamiento y eso es lo más difícil (el ser humano es animal de costumbres) pero también es lo más efectivo. Quizás nos toca acostumbrarnos a vivir con continuos pequeños cambios que acaben siendo un gran cambio con el paso del tiempo y nos ayude a cumplir con aquello que dijo Darwin de que solo sobreviven las especies que se saben adaptar al entorno y no las más grandes o las más fuertes teóricamente.
Nuestra formación además de la formación de nuestra gente es lo más importante porque al final siempre se cumple aquello de que uno acaba siendo lo que sabe. También con la globalización las noticias corren tanto en tiempo real y se dedica tan poco tiempo a la reflexión que las conclusiones u opiniones rápidas de muchos medios de comunicación nos acaban inyectando excesivo pesimismo en estos tiempos de adaptación a la nueva era, y si no tenemos la suficiente fortaleza mental podemos acabar siendo arrastrados por la corriente sin haber hecho nuestra oportuna reflexión con nuestros conocimientos adquiridos mediante la formación constante para estar al día.
Debemos por otra parte transmitir a todo nuestro equipo la visión de nuestra empresa y todos debemos vivirla, respirarla, sentirla y no solo ponerla en un papel colgada en algún lugar. Porque esa visión al final aunque no lo parezca se traslada al cliente que siente de una u otra forma el ambiente en el que nos movemos.
Podemos aplicar la fórmula que tan buenos resultados le dio a nuestro famoso y éxitoso Jack Welch en su día de las 4 Es : Energía positiva propia + Energía hacia los demás + Entereza para tomar decisiones complejas + Ejecutar para llevar las decisiones a la práctica ya que los tiempos parecen propicios para esto.
Y en toda transformación empresarial y ahora no podemos ir en contra de nosotros mismos ya que si el mundo en el que nos movemos está transformándose no debemos permanecer impasibles debemos tener cuidado con no confundir crecimiento con competitividad, debemos anhelar el cambio ya que lo que no se desea no se consigue, no debemos buscar atajos porque normalmente no los hay, toda transformación, todo proceso, toda evolución lleva su camino, debemos desaprender aquello que ya no aporta valor por mucho que aportase en el pasado porque solo si desaprendemos podremos volver a aprender, además cambio significa movimiento y esto solo lo podemos llevar a cabo las personas movilizando nuestras emociones y ojo no valen las iniciativas aisladas, en un mundo globalizado hay que ir cambiando toda la empresa no solo poner parches. Nos guste o no tocan tiempos de reinventarse, romper moldes, probar lo nuevo sabiendo que si en alguna cosa nos equivocamos no es un fracaso del proyecto completo, solo es un tropiezo momentáneo del que deberemos aprender a levantarnos con más fuerza si cabe.
Las empresas sin aptitud ni actitud para cambiar no generarán crecimiento ni valor y la creación o la destrucción de valor dependerá de lo que decidamos hacer. El valor es la percepción que tiene el cliente de cuánto vale lo que le cobramos por el producto o/y servicio. La productividad debe ser mejorada constantemente porque si somos capaces de conseguir más con menos impactará directamente en nuestro cliente y este no está dispuesto a pagar por nuestra ineficacia.
Tenemos que revisar si el equipo que tenemos es el adecuado, si tiene la suficiente inteligencia emocional como para no cometer los errores que producen su carencia como querer llevar siempre la razón, buscar culpables en vez de soluciones, sentirse víctimas y no protagonistas de la situación, buscar excusas y no reconocer nada, ser cómodamente pesimista (porque los pesimistas son vagos por naturaleza) ser susceptible de enfadarse por cualquier tontería, ser desconfiados, si tenemos gente así hay que ir pensando en cambiarla o no podremos adaptar nuestra empresa a los nuevos tiempos.
Debemos conseguir ser una empresa que aprende ya que cualquier organización que aspire a aportar un valor continuo a sus clientes debe estar actualizada en términos de conocimientos. Y solo quién no sabe dónde va no llegará a su destino que en este caso es la adaptación a la nueva situación.
No hay nada más fuerte que un equipo con talento que tiene una confianza desinteresada y combina instinto con audacia y esfuerzo, en ese momento solo está preparado para ascender. Y ascenderá a la meta que se haya puesto y recordemos que meta es como la propia palabra indica algo medible, específico, temporal y alcanzable.
Claro que nuestro país debe cambiar, no puede ser que España aporte a la unión europea el 10% del PIB total, el 14% de la población total y el 31% del paro total cuando hasta Grecia tiene un 16,7% de paro y estos parámetros no son lógicos, pero cambiemos primero nosotros, no esperemos que venga nadie a solucionarnos la vida porque no ocurrirá. No cojamos los malos ejemplos como estos o que España tiene un 160% de deuda externa bruta total, una de las más elevadas el mundo, hagamos lo contrario en nuestras empresas o haremos lo mismo que la administración pública española que no paga pero sigue gastando y así lógicamente solo empeoremos la situación.
El orden con el que actuamos los seres humanos según los grandes expertos es primero percibimos sensaciones, luego sentimos emociones y por último tenemos sentimientos y ese es el orden por lo tanto después de sentir pensamos y luego actuamos así que hay que empezar por sentir la necesidad de cambiar y mejorar, la necesidad de adaptarnos a los nuevos tiempos y así luego lo pensaremos (nos llegarán ideas de cómo) y lo pondremos en marcha (actuaremos).
Según aseguran los científicos solo el 25% del coeficiente intelectual interviene en los aciertos ya que hay mucho coeficiente obsoleto pero el 75% restante es la inteligencia emocional la que más influye.
Debemos practicar la humbición que es la suma de la humildad y la ambición si queremos conseguir el éxito, solo así atraeremos emocionalmente a los clientes.
Y al igual que una empresa se debe adaptar a su entorno, un país como el nuestro también debe adaptarse al suyo y España debe adaptarse a la unión Europea no a otros como ha parecido que queríamos imitar estos últimos años como la unión soviética, el realismo debe prevalecer en las decisiones a tomar y para eso lo primero es saber dónde y con quiénes estamos y por lo tanto si estamos con unos no podemos estar con otros, si estamos en nuestro mercado son las reglas de este y no las de otros lo que hay que analizar.
Nos esperan tiempos difíciles claro que sí, pero vayamos adaptándonos nosotros a ellos porque ellos nunca se adaptarán a nosotros y además siempre hay posibilidades de mejoras más grandes o más pequeñas en las formas de gestionar que decidamos.
Tengamos claro que la vieja Europa con muchos derechos y pocas obligaciones está en decadencia porque tiene que cambiar y está cambiando ya este círculo vicioso porque esto no tenía sentido.
Otras culturas, otros países están ascendiendo vertiginosamente como los Asiáticos, Brasil, Rusia y nos van a dar una pasada como no espabilemos, así que empecemos YA desde hacernos las preguntas adecuadas porque no hay peor pérdida de tiempo que la búsqueda de respuestas a preguntas incorrectas.
Y como siempre me despido con una frase adecuada a estos tiempos:
Es fascinante ver como la mayoría de la gente planea sus vacaciones con más cuidado de lo que planean sus vidas. Tal vez sea porque escapar es más fácil que cambiar.
Muchos ánimos y a por todas que hay que preparar nuestras empresas adecuadamente.

JOSE CARRASCO
FERSAY ELECTRONICA,S.L.
Blog: www.josecarrascolopez.com

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